Me había abstenido de postear al respecto, pero dadas las condiciones actuales y la sucesión de hechos desde hace 3 meses me veo obligado a hacerlo.
Faltan 10 minutos para las 9:00 de la mañana y me encuentro viendo la transmisión en vivo del Congreso de la Unión. Es una vergüenza.
Ya todos sabemos que Felipe Calderón resultó presidente electo de México (Estados Unidos Mexicanos es el nombre oficial). Todos vivimos un largo período de incertidumbre desde el día de las votaciones hasta que se dio el anuncio oficial, pues la diferencia de votos entre el candidato de derecha (Calderón) y el de izquierda (Obrador) era una mamada. A fin de cuentas ganó el primero por una auténtica mamadita, diferencia de menos de medio millón de votos.
Yo no soy la persona indicada para decir si hubo fraude (como lo asegura la izquierda) o no. Participé en el proceso electoral como funcionario de casilla y puedo decir que al menos hasta ahí todo se mantuvo en orden, el sistema hace prácticamente imposible un fraude a esos niveles, los representantes de los partidos son auténticos perros de jauría que ante el más mínimo movimiento sospechoso se quejan. Están presentes en el conteo de votos, uno por uno (lo que tanto exigen) e incluso al final del proceso tienen que firmar una forma en la que dicen aceptar que los resultados obtenidos son completamente veraces y por tanto, aceptados y reconocidos por la institución a la que representan.
Ahora, hasta ahí estoy seguro de que todo muy controlado y transparente. El problema es que en cuanto estos resultados llegan al IFE el proceso deja de ser tan “público” por decirlo de alguna manera. Es aquí donde yo no me atrevo a asegurar que los resultados son confiables, pues no sé como se manejen las cosas a estos niveles, me gustaría apelar a la integridad del IFE, pero la verdad es que una fe ciega en un instituto así sólo se puede dar en una sociedad utópica, y en México estamos muy lejos de alcanzar esos niveles de madurez.
¿Por quién voté?
Por Felipe Calderón.
¿Por qué?
Para empezar seamos sinceros, esta contienda electoral fue solamente entre dos fuerzas. Así que basándonos sólo en esas dos, y viendo más allá del candidato, hacia su partido político, el PAN es un partido conservador, derechista y mocho; el PRD es un partido populista y desorganizado, extremadamente desorganizado, no se ponen de acuerdo ni entre ellos mismos. Dirigir a un país requiere de una buena comunicación entre los miembros del gobierno, y gran parte de los integrantes del PRD no me parecen lo suficientemente maduros para hacerlo. Así, mi voto fue más por un partido que por un candidato, pues a pesar de lo que diga la voz popular, en mi perspectiva (aquí aplica ese famoso dicho de “cada quien habla de acuerdo a como le fue en la feria”) el sexenio anterior tuvo bastantes cosas rescatables, estoy de acuerdo en que se prometió mucho y se cumplió poco, pero en términos generales me parece que las cosas se hicieron bien a secas, así que no veo razón para no dar continuidad a este proyecto.
Un cambio en las tendencias gubernamentales llevado a cabo por un montón de desorganizados no me parece una buena opción.
Después vino lo que ya todo sabemos, el PRD (ojo, Lopez Obrador es la punta del iceberg, pero decir que él es el cabecilla del movimiento sería como decir que Fox es el responsable de todo lo que pasó en el país los últimos seis años) organizó una resistencia civil con plantones y bloqueos principalmente en la capital del país, evitando incluso que el presidente diera el Grito de Independencia en el zócalo, como es la costumbre. Y a pesar de lo molesto que puede llegar a ser, admitámoslo, están en su derecho, pueden manifestarse si así lo creen necesario. Lo que ya no es aceptable es que con sus acciones provoquen malestar al resto de la población, cito un ejemplo:
Un hombre llevaba a su hija enferma en su carro, ella estaba sufriendo un ataque y no podía respirar, él tenía que cruzar Reforma (una importante avenida de la capital) para llegar al hospital, pero esa avenida estaba bloqueada por los manifestantes. El hombre se acercó y les pidió que lo dejaran pasar, pues su hija estaba muy mal, la única respuesta que obtuvo fue “que se muera”. ¿Qué clase de simio puede “pensar” así? Si tanto desean el bienestar del país, ¿por qué no empezar por una pequeña niña? A fin de cuentas el hombre pudo llegar al hospital por una vía alterna y afortunadamente su hija salió bien librada de tan bestial incidente.
¿Es este el tipo de gente que se está manifestando a favor de López Obrador? Desgraciadamente, la mayoría de las personas que apoyan al candidato del PRD son de escasos recursos, bajo nivel cultural y escaso acceso a la información, es decir, gente fácilmente manipulable. Ya lo dije, este partido político es populista (más que izquierdista), se enfoca a los que menos tienen pero de una manera un tanto ventajosa, pues encuentra en ellos una fuerza de acción que pueden utilizar para lograr sus objetivos.
¿Realmente López Obrador avanzó mucho en su lucha contra la pobreza en el DF? ¿Logró hacer de la capital un lugar más seguro? Yo lo único que vi fue que gran parte de la gente en la que depositaba su confianza salió bailando. Le dio una ayuda a las personas de la tercera edad, pero ya.
(Paréntesis: pinche desmadre en el Congreso, es un circo con silbatos, bestias salvajes, mujeres barbadas y todo. Acaban de declarar abierta la sesión.)
Luego vino lo que considero yo la medida más ridícula tomada por la oposición. Declarar un gobierno alternativo. Así, de puros huevos. Y lo peor, comenzó una recaudación de fondos para pagar los sueldos de los integrantes de esta broma. Podría escribir hojas de este tema, pero la verdad no tiene caso y hasta hueva me da el asunto. Que ridiculez. Gracias por convencerme de que no votar por ustedes fue una decisión sabia.
(Otro paréntesis: ¡¡mira, están echando porras!!)
¿De verdad creen que con López Obrador al frente del país las cosas serían muy diferentes? ¿Qué no aprendieron con Fox que las decepciones están a la orden del día? Vamos, un solo hombre, no importa que encabece el gobierno, no puede hacer gran diferencia, el verdadero poder se encuentra en el Congreso, ellos son los que aprueban o rechazan todas las leyes y propuestas, ante una decisión de ellos el presidente no puede más que bajarse los pantalones y dejarse llevar, como le pasó a Fox cuando no lo dejaron salir de gira. Por esta razón no importa quien sea el presidente, las cosas no van a cambiar mucho. Lo importante es quien tenga mayoría aquí.
(Ya saben: la vieja de la transmisión oficial se ve guapa, ¿no tendrá calor con ese saco?, se lo debería de quitar, pobrecita).
Volviendo a los seguidores del PRD. Supongamos que logran hacer de alguna manera que su candidato encabece el gobierno local, supongamos que este gobierno resulta revolucionario y las cosas mejoran. ¿De verdad creen que su situación va a cambiar sobremanera? ¿Qué se van a duplicar sus ingresos? ¿Qué sus hijos van poder terminar los estudios de educación superior? ¿Todo por el simple hecho de que México llegue a mejorar un poco?
Mi respuesta es un rotundo no. Yo no voté por Calderón esperando que me de trabajo, que ponga comida en mi mesa o tres pesos más en mi bolsillo. Sé que esas cosas dependen de mí, por lo tanto, no voy a irme 3 semanas a un campamento en medio de la capital a perder el tiempo. Si quiero que mi situación mejore, muy fácil: me pongo a estudiar, o me pongo a trabajar.
Esto es algo que me reprocha Gaby, dice que a la juventud mexicana nos vale madres lo que pase en los altos niveles del gobierno, creemos que esto no nos afecta. Quizás tenga razón, pero prefiero confiar en mí y hacer lo que me corresponde, los factores externos llegarán a interferir, pero no en gran medida.
Ya terminó el desmadre en el Congreso, como me molesta el grito de “sí se puede” o “sí se pudo”, denota que aceptamos estar en inferioridad, o al menos así lo percibo yo. No sé que imagen tengan en este momento los demás países del gobierno mexicano, pero gracias a los miembros de PRD esa imagen pierde seriedad, un diputado aventando sillas y madrazos cual borracho de cantina a medio congreso. Chale.
A ver cuanto le dura el teatrito a López Obrador, espero que no mucho. Simplemente no me lo imagino hablando en un congreso internacional frente a mandatarios de países primermundistas. No puedo confiar en alguien que tardó más de 8 años en terminar su carrera profesional, me habla de inmadurez, falta de responsabilidad y poco conocimiento de sí mismo. Si no quieres estudiar pues no estudies, trabaja, pero no te hagas güey.
En fin, esta es sólo mi opinión, y así como la mía hay cien millones más de ellas. Mi pronóstico: hasta el peje se va a cansar de su teatrito, Calderón va a llevar un sexenio no muy diferente del que acaba de terminar y en seis años las elecciones van a levantar mucha más expectativa de lo normal.