10 agosto 2006

Encuentros y Desencuentros

Es un día nublado, aunque la lluvia no amenaza con caer, el viento sopla entre las calles del centro de esta pequeña ciudad, donde los edificios altos no pasan de tres pisos y se cuentan con los dedos de una mano. El suelo es de cantera y no pocas son las calles empedradas. Hay una plaza sobre la cual se erige una iglesia de más de dos siglos de antigüedad, alrededor del templo se encuentran alineadas amplias jardineras, rodeadas por bancas que obtienen sombra de algún árbol viejo. Señoras, observan desde ahí a sus hijos jugar corriendo tras las palomas que vuelan asustadas al ver a los niños acercarse; parejas hacen planes mientras se abrazan y se besan, los ancianos discuten –siempre con esa característica convicción al hablar- algún tema que despierta la polémica, algún solitario lee el periódico o simplemente observa todo el “jolgorio” que ocurre a su alrededor.

A dos cuadras de ahí un joven camina solitario, la mirada fija al frente y la mente dedicada a la música que escuche mediante los audífonos que lleva puestos. Es delgado, cabello oscuro y piel blanca, viste pantalones de mezclilla y una playera negra con el logotipo de algún grupo de rock en el pecho, nada espectacular. Al cabo de unos pasos desvía la atención de la música, pues ha visto algo que tiene un nivel más alto de prioridad.

Ella camina con gracia, como si hubiera ensayado este movimiento durante años frente a un espejo. Es delgada, su largo cabello castaño cae tras sus hombros. Ojos grandes interrumpen el tono trigueño de la piel de su cara. Los dientes blancos son enmarcados por una sonrisa de delineados y finos labios, despintados. Los hombros femeninos y estrechos saltan a la vista, los delgados tirantes de la blusa color beige que viste permiten verlos. Los pechos son pequeños, pero están ahí, redondos y mirando hacia arriba, o al menos esa impresión dan. La cintura es desquiciante y el ombligo es tan solo un punto sobre el cual uno quisiera postrarse, vivir, respirar en él. Las caderas enfundadas en unos ajustados jeans invitan pecaminosamente a mirarlas, y las piernas, aunque delgadas, alcanzan a rellenar el apretado pantalón sin quitarle ningún punto a la estética imagen que genera el conjunto. De la mano de ella va un niño de aproximadamente dos años de edad.

Ella, al notar que nuestro solitario caminante la está observando, forza su juvenil cara a sonreír aún más. Él ya camina hacia ella, pues se trata de una cara conocida, de un cuerpo conocido.

-Hola –casi grita él, de manera efusiva mientras la besa en la mejilla y le da un breve abrazo.
-Ay hola, ¿cómo estás?, ¡pero qué guapo te has puesto! –contesta ella cortésmente y sin quitar ni por un instante la sonrisa de su cara.
-Pero que me dices tú, ser mamá te ha sentado muy bien, ehhhh –enuncia nuestro protagonista mientras da un obvio vistazo cargado de un poco de malicia al cuerpo de ella, y luego al niño que lleva de la mano.

La conversación difícilmente dura más de dos minutos, ambos se ponen al pendiente de lo más relevante que ha pasado en sus vidas desde que no tienen contacto. Algunos detalles de la situación actual de cada uno y es todo.

-Bueno, pues me dio gusto verte, pero me tengo que ir, me saludas a tu hermano y cuídate – dice él despidiéndose mientras se acerca para darle un beso en la mejilla y un abrazo.
-Tú también cuídate, a ver si nos visitas algún día, bye – dice ella tras separar sus mejillas y mientras asegura la mano del pequeño que la acompaña.

Ambos han dado apenas dos pasos en direcciones contrarias cuando él se detiene, voltea y dice:

-Oye, ese chamaco pudo haber sido mío ehhh.

Risas por parte de ambos tras las cuales retoman sus rumbos opuestos.

A veces es agradable toparse con una exnovia.

5 comentarios:

Le mamasan! dijo...

ha... a veces puede ser desastrozo, como Wilma en Cancun; si, hipoteticamente, te topas con una ex a la q por "accidente" le borraste la mitad de su tesis, extrañamente dias antes de que te botara por otro wey con el que ya salía, hipoteticamente...

Sivoli dijo...

Sería más agradable también leerlo si supieras redactar un poquito.


Telo.

suedo dijo...

jajaja
un cuasi muldercito entonces..
saludos!

Luis dijo...

Eso hubiera sido imposible, porque, obviamente, eres puñal.

Yo respeto.

Anónimo dijo...

That's a great story. Waiting for more. lesbian hot tub 240 volt 120 amp circuit breaker Where does faucet water come from European radiant floor heating association order levitra