Ya sé, ya sé que hace mucho tiempo que no les subo una canción, entiendo que estén molestos, si yo no fuera yo también quisiera lincharme por haberme privado de mi buen gusto musical, por eso es que, pensando en ustedes, me he tomado la molestia de dirigir un proyecto que ya quisieran muchas generaciones haber tenido a su alcance.
Escuchen nomás el nombre:
¿Eh? Ya sé que mueren por tenerlo, con el puro título, así de chingón soy.
Lo que no saben es que es un disco tan chingón, pero tan chingón pero tan chingón pero tan más chingón que no cupo en un cd sino en dos (y amenazaba con alcanzar los tres), y que la genialidad de la música contenida en ellos está muy cabrona.
Ya en serio, cuando era un puberto y descubrí que el rock era lo mío, conocí a muchos grupos de ese género, pero entre todos ellos el que sobresalió fue Silverchair, australianos postgrungeros acusados injustamente de imitar a Nirvana. Desgraciadamente el vocalista se casó con Natalie Imbruglia y su último disco valió pito (eso sí, de las portadas más chingonas de todos los tiempos).
Una vez que terminó el reinado de Silverchair (de los 14 a los 18 años aproximadamente) el trono de mis gustos musicales se vio compartido hasta por cinco o seis grupos a la vez: Pearl Jam, Stone Temple Pilots, NIN, Dinosaur Jr, Kashmir, Lucybell, los Smashing, Los Planetas, Powderfinger y algún otro.
Pero de un año para acá, mientras iba descubriendo su discografía completa (debido a que conocí al Dios Torrent gracias al buen amigo Naranja), los otros australianos que mencioné al final (Powderfinger) se fueron destacando más y más hasta que finalmente tuve que aceptar que se convirtieron en mi grupo favorito por encima de los otros.
Powderfinger señoras y señores, les traigo una recopilación de dos cd’s que reúne material de sus seis discos de estudio (del 94 al 2007), lados B, grabaciones en vivo, sesiones acústicas, covers (uno a Duran Duran: The Chauffeaur y otro a The Beatles: While My Guitar Gently Weeps que no tiene madre) y demos de los tiempos en que comenzaban. Lo puro bonito de la música, chinga.
No les digo mucho más, mi grupo favorito, un rock bastante digerible con no pocos tintes de genialidad, escúchenlos, si les gustan compren sus discos y así me ayudan a que pronto vengan a México a dar un concierto, ¿sale? ¡Por eso me caen de huevos todos ustedes!
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Bueno, tú no.
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No, tú sí.
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Tú también.
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¡Carajo! Empiezo a hartarme, dejen de preguntar.
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Apúrenle, sólo disponible por 6 días.
(A ver si este post no me lo copian)
Escuchen nomás el nombre:
El Disco Más Chingón del Universo
¿Eh? Ya sé que mueren por tenerlo, con el puro título, así de chingón soy.
Lo que no saben es que es un disco tan chingón, pero tan chingón pero tan chingón pero tan más chingón que no cupo en un cd sino en dos (y amenazaba con alcanzar los tres), y que la genialidad de la música contenida en ellos está muy cabrona.
Ya en serio, cuando era un puberto y descubrí que el rock era lo mío, conocí a muchos grupos de ese género, pero entre todos ellos el que sobresalió fue Silverchair, australianos postgrungeros acusados injustamente de imitar a Nirvana. Desgraciadamente el vocalista se casó con Natalie Imbruglia y su último disco valió pito (eso sí, de las portadas más chingonas de todos los tiempos).
Una vez que terminó el reinado de Silverchair (de los 14 a los 18 años aproximadamente) el trono de mis gustos musicales se vio compartido hasta por cinco o seis grupos a la vez: Pearl Jam, Stone Temple Pilots, NIN, Dinosaur Jr, Kashmir, Lucybell, los Smashing, Los Planetas, Powderfinger y algún otro.
Pero de un año para acá, mientras iba descubriendo su discografía completa (debido a que conocí al Dios Torrent gracias al buen amigo Naranja), los otros australianos que mencioné al final (Powderfinger) se fueron destacando más y más hasta que finalmente tuve que aceptar que se convirtieron en mi grupo favorito por encima de los otros.
Powderfinger señoras y señores, les traigo una recopilación de dos cd’s que reúne material de sus seis discos de estudio (del 94 al 2007), lados B, grabaciones en vivo, sesiones acústicas, covers (uno a Duran Duran: The Chauffeaur y otro a The Beatles: While My Guitar Gently Weeps que no tiene madre) y demos de los tiempos en que comenzaban. Lo puro bonito de la música, chinga.
No les digo mucho más, mi grupo favorito, un rock bastante digerible con no pocos tintes de genialidad, escúchenlos, si les gustan compren sus discos y así me ayudan a que pronto vengan a México a dar un concierto, ¿sale? ¡Por eso me caen de huevos todos ustedes!
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Bueno, tú no.
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No, tú sí.
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Tú también.
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¡Carajo! Empiezo a hartarme, dejen de preguntar.
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Apúrenle, sólo disponible por 6 días.
(A ver si este post no me lo copian)