La prueba del camión y la pelirroja sexy

Tengo la vaga sensación de que ya he escrito acerca de la prueba del camión, pero revisando los archivos y haciendo memoria no he encontrado evidencia de que haya sido así, quizá sólo había preparado ya el tema en mi cabeza pero nunca lo escribí. Como sea, empecemos:

Muchas veces me han preguntado que me gusta en una mujer, después de (obviamente) decir que esté bien buenota y sea bien sexosa paso a describir su carácter y forma de ser. Es aquí donde generalmente comienzo diciendo: “me gusta una chava que sea capaz de subirse a un camión” y sí, todos ponen la misma cara de idiotas que traen ustedes ahora mismo.

Ya sé que parece algo extraño, generalmente esperan escuchar algo como: “inteligente, divertida, con sentido del humor, comprensiva, bla, bla, bla”. Pero mi condición no es tan ilógica como parece, me explico:

Nunca he sido una persona de la alta sociedad (ya quisieran esos engreídos codearse conmigo), no soporto a cualquiera que crea ser más que cierta gente; escuchar a una mujer llamar “gata” o “muerta de hambre” a otra para ofenderla me dice más de la que está hablando que de la que recibe los insultos. Este tipo de mujeres son las que se creen demasiado “finas” para subirse a un camión, “¿pues cómo van a codearse con la plebe? o sea”. Una chava que se sube a un camión sin ningún miramiento es por lo general una persona humilde (no humilde de pobre, sino en su forma de ser, antes de que me malentiendan, pues he tenido amigascoughnoviascough con bastante dinero y que sin ningún problema viajaban en camión cuando era necesario, incluso solas).

Otra cosa que me dice el hecho de que una mujer viaje en camión es que tiene cierto grado de independencia. Que hueva aquellas que están acostumbradas a que siempre el papá, el hermano, el novio o el amigo que se las quiere cenar funjan de su Jaime personal; generalmente estas señoritas necesitan ayuda hasta para cruzar la calle y yo no quiero estar cuidando a una “princesita”.

Además -y aunque muy parecida a la anterior, no es igual- las mujeres que viajan en camión no creen merecerlo todo y están acostumbradas a no contar siempre con todos los lujos. En otras palabras no será una fresa mamona.

Entonces, resumiendo: una chava capaz de viajar en colectivo no es engreída, no es una niñita fresa, no es una quejumbrosita, no cree ser o merecer más que los demás (lo cual ya muestra indicios de inteligencia, bueno, hay sus excepciones) y tiene cierto grado de independencia; así que mato seis pájaros de un tiro.

¿Ahora se entiende por qué enunció eso como algo que me gusta o busco en una mujer?

Tampoco me malentiendan, no es que quiera llevar a mis citas en transporte público, generalmente cuando salgo llevo carro, que hueva treparse a un camión con tu novia y que 10 cabrones se la coman con los ojos (obviamente se la hago de pedo a los 10, y luego los madreo uno por uno o todos en bola, como prefieran, pero pos es cansado chinga, por eso digo que qué hueva).

Bueno, una vez bien definido ese asunto, no sería raro que me llamara la atención una chava bonita en un camión. Lo que sí es raro es que con dos veces de haberla visto me apendeje.

Hace tres días cambié de ruta, y de las tres veces que me he subido, dos lo ha hecho también una bellísima pelirroja. El primer día vi que otra chava la llamó desde el fondo del camión y le gritó por su nombre, así que ya sé como se llama. El segundo no la vi. El tercero se subió sola, y fue ahí cuando puse a mi mente idiotizada a trabajar, ella usa uniforme de doctora o dentista, pero por los rumbos a los que se dirige (yo me bajo antes) sólo hay una escuela de educación superior con una especialidad que vaya acorde con esa vestimenta: la universidad Cuauhtémoc de Qro. Es una escuela de paga, sin llegar a rayar a la mamonería del Tec de Monterrey (quihubo Calleja). Entonces me di cuenta que yo tengo un amigo que estudia odontología en esa escuela, y sí, entre en contacto con él.

Mulder: oye carnal
Mulder: fíjate que el camión he estado viendo a una chava muy, muy bonita, pelirroja artificial, delgada, medianamente alta, cara bonita, que se viste de blanco y parece ir rumbo a la Cuauhtemoc
Mulder: casi siempre con un sueter con puños bien largos y como pelo cafe por dentro a la altura del gorro
Mulder: se sube en los gallos y sigue donde yo me bajo, en Aurrera
Mulder: ¿crees que vaya en tu escuela?
Mulder: ¿en tu carrera?
Boli: sip...con unos ojos de lo mas chingones que hayas visto???
Mulder: mmm... pos de color no eran
Boli: pero grandes y bonitos
Boli: algo asi como ella
Boli: mmm espera
Mulder: a ver
Boli envía 0206134946.JPG
Boli: es lo mas cercano a su cara y con su peluche del gorro
Mulder: uhhhh
Mulder: es esa
Mulder: !!!!!!!!!!

Dios bendiga los hechos de que en esta ciudad todo mundo se conoce y yo siempre ando de vagales (es un decir, ya saben que soy ateo). Boli es mi amigo y portero del equipo de fut donde juego cada domingo, de hecho aparece en algunas fotos en mi blog dedicado a eso (búsquenle en el sidebar).

Resulta que son buenos amigos, ella no tiene novio, es algo así como dos años menor que yo y es agradable la mujer. Ya tengo su nombre (coincide con el que uso su amiga para llamarla) y su teléfono, pero mejor Boli me la presentará un día que vayamos por unas micheladas a Che-Chelas y que se de todo más natural. En otras palabras todo depende de mí. Wajuuuuu.

Y ya sé que ustedes, bola de perros asquerosos quieren ver la foto, igual ustedes bola de viejas mitoteras, pero pos no, no la voy a exponer aquí, mejor si nos vamos llevando chido la irán viendo.

Por lo pronto yo me retiro, jaja, y yo que pensaba aplicar la del papelito. Ya no va a ser necesario, porque eso de acercarse en un camión está muy freak, seguro se me asusta la pobrecita. En fin jóvenes, yo me retiro, sigan en lo suyo y si es su santa voluntad dejar una mentada para su servilleta pos… ¡¡pos chinguen a su madre primero!!