Y heme aquí...

…o lo que queda de mí. No dejo de sorprenderme. ¿Cómo es posible que a los 16 años me haya impresionado de semejante manera?. Porque vengo llegando de la peda, y mientras estaba en ella, me daba cuenta que mis más sinceros anhelos todavía te involucran.

(Hasta ahora) no importa cuanto tiempo pase, o a cuantas de ellas considere, incluso a cuantas bese, no te bajas del trono. Y a veces esas odiosas comparaciones, que no quiero realizar, pero termino haciéndolas, me llevan a pensar que lo que podría tener no es malo, nada malo, pero no es lo mismo. Y si algo me resulta fácil es encontrar excusas, de verdad soy bueno en eso, es más, me consideraría un experto, a tal grado que he llegado a pensar que no soy más que un cobarde.

¿En verdad sería tan malo?, y si… ¿realmente no pasa nada?, entonces tendría que hacer lo mismo que la última vez, cosa bastante desagradable, pues aunque no soy yo el de las heridas, por alguna extraña razón si me quedan cicatrices.

Porque me he planteado una serie de preguntas hipotéticas, en las que soy el perdedor, y no lo puedo manejar, es decir, claro que podría hacerlo, siempre lo he hecho, sabes bien que soy un tipo racional, pero también sabes que eso es solo una carátula, muy bien construida, y siempre firme, pero a fin de cuentas solo una carátula.

Y luego llego a la conclusión de que quizás, solo quizás, es mejor así, porque a veces todavía siento la necesidad de cometer ese acto prohibido, saltar esa frontera que no me traería ningún problema, pero se que a ti si. Después me entero que no vas a venir, me pregunto si te volveré a ver, y luego, otra vez, decido que es mejor así.

Pero definitivamente no es mejor así. No lo es.