30 octubre 2005

The Last One

Y ya por último, la Calaverita que me faltaba, dedicada al iniciador de este batón y uno de mis bloggers favoritos. A ver si les late.


“¡Ay Buhito, no te me escapas!”,
gritaba atemorizante la flaca.
“Pues por carnales que sean los cuentos que hagas,
tuya es la culpa de que la chamba no se me acaba”.

“Cuando sea grande” rogó nuestro amigo
a la parca mientras lo agarraban.
“Yo te llevo conmigo
que tus ojeras a mi no me engañan”.

Así hermanos, guardemos silencio un minuto
por este despistado bloggero.
Pues ahora ya difunto,
postea desde su agujero.


Y así, concluyo mi temporada de calaveritas (a la venta en DVD); a ver si para el próximo año seguimos aquí.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Cha, actualmente postear desde un agujero está bien visto... Supongo que es más cómodo, digo, muchos se sientan en él...