Arte Ruca

Ser un mantenido tiene muchas y muy placenteras ventajas. ¿A quién le gustaría tener que preocuparse por pagar el agua, la luz, el gas, el telecable, el internet, la tenencia, el predial, en algunos casos la mensualidad de la casa, la escuela de tus bien portados hijos, comprarles ropa, comida, darles dinero para que salgan, ahorrar para las vacaciones familiares (¡madre santa!, nunca había pensado en todo esto, creo que yo no voy a tener familia), etc., etc. ETC.

Sin embargo, y a pesar de lo cómodo que es, ser un mantenido también tiene sus desventajas, que pueden variar de acuerdo a la ideología de la persona que aporte la lana, ya sean padres, pareja, amantes, familiares o gobierno (¿qué?, ¿a poco creen que los políticos trabajan mucho?, pero claro, ni quien les diga nada).

En mi caso, que soy un orgulloso mantenido desde hace ya casi 21 años, puedo decir que estoy a gusto y hasta cierto punto de acuerdo con muchas cosas. Pero si hay algo en lo que nosotros los hijos, somos casi siempre ignorados, es en un aspecto tan cotidiano como ir al baño, tan notorio como un barro en la frente y tan relevante como… bueno, la verdad no es relevante, pero estoy hablando de la decoración de la casa.

Sí, ¿a quién no le gustaría tener posters de sus comics favoritos en la pared del estudio?, ¿muñequitos de Spawn y demás McFarlene Toys en el comedor?, ¿un cuadro realmente escatológico en la cocina?, ¿la pared de la sala tapizada con las portadas de tus discos favoritos?, ¿una pared destinada a las firmas de tus amigos y visitantes?, ¿una televisión en el baño?.

Pero no, vuelves a tu cruda realidad y todo eso lo podrás tener hasta que tengas también las preocupaciones (o al menos algunas de ellas) que enuncié en el primer párrafo de éste post. ¿Por qué escribo esto?, bueno, porque noté lo horrible que es mi casa, solo vean:

Tu madre dice que eso es un hermoso candil, tú sólo ves fierro sin brillo y chingos de vidriecitos, ¿porqué no una lámpara en la pared mejor?.

Monitos mamones que según los estudios que ha realizado el ala de investigaciones de elmulder.blogspot.com se encuentran en una de cada dos casa en México. Sirven muy bien para decapitarse.

La felleza puede llegar a lugares inimaginables para ti, como, ejem, los botes de basura. Feos por dentro, feos por fuera.

Escultura de mona semidesnuda ataviada en un manto y con sombrero, en pose fashion. Bueno, dentro de todo lo malo, no está tan pior.

Cuadro (que ni siquiera es cuadrado) de flores en relieve. Yeip, seguro cuando compre mi casa compraré un cuadro igual de “bonito”.

¡No puede ser!, ni tu cuarto se salva, pues en una pared se encuentran colgados reconocimientos y hasta el título de tu padre, junto a otros cuadros cuya arte no sabes apreciar. ¿Será que es parte de un plan para manipular tu mente haciéndole llegar un mensaje subliminal?, ¿o sólo que tu cuarto antes era el estudio?. Ahhh, y el detalle de la pared, color salmón (eso dice mi jefa, yo la veo rosa) y con gotas escurriendo, sin palabras.

Pilar barnizado de madera con mona desnuda sobre él. Alguien en mi casa tiene una fijación por las esculturas de mujeres desnudas y se agradece.

Foto oscura (pues el flash se reflejaba) de un detalle en azulejo que muestra una escena de la vida romana. Tengo que admitir que esto si está chingón, pero bueno, no fue idea de tus padres sino del arquitecto. Punto para él.

Tú y tu carnal en la HORROROSA sala en la que tus padres vieron algo de belleza (¿habrá sido el precio?, realmente no lo se, pero sería la única explicación).

Después de observar esto, solo me queda una cosa segura: mis hijos se la van a pelar bien sabroso cuando quieran opinar acerca de la decoración de mi casa, ¡a huevo!.