¡Por fin!, sí, ya soy libre y no es que quiera presumir (pero saqué un promedio bien chingón), no, de hecho no lo voy a hacer.
En el transcurso de estas dos semanas y media de casi completa ausencia pasaron muchas cosas, muchas cosas que a ustedes no les interesan, así que no se las voy a contar, salvo una. ¿Por qué?, pues porque quiero.
Me corté la greña. Seguro tras leer las cuatro palabras anteriores muchos dirán: “¿y?”. Bueno. Seguro nunca quisieron tener el cabello largo.
Según recuerdo, desde que tengo 9 años tomé la decisión de en algún momento tener el pelo largo. No pretendía imitar a nadie, pues aunque era la moda en el grunge, yo ni siquiera sabía de la existencia de este género musical (que ahora es mi preferido). Y aunque ya en algún momento tuve el cabello largo, bastante largo; cada que este va creciendo, y ves que ya te llega a media nariz, luego a la punta, después a la barbilla, es una emoción parecida a la que sentías cuando eras un enano y decías: “mira mamá, crecí 2 cms”. Se que a mucha gente le parecerá estúpido, pero por ahí hay algunos lectores que me entenderán perfectamente, estoy seguro.
Así que cuando uno va a la peluquería, con la firme intención de darle mate a la greña, aunque sea por iniciativa propia, no puede evitar esa sensación de pérdida, como al despedirse de un amigo que sabes no verás en un buen tiempo, de estar sentado y querer salir corriendo. No importa que la gente diga que te ves mejor así (aquí con gente me refiero a viejas), tú no quieres verte mejor, quieres sentirte a gusto.
Mayor aún es la sensación al saber que, muy probablemente sea esa una de las últimas veces que te cortes la greña. Y es que es bastante irónico, mientras uno puede darse el lujo de tener una buena greña, siempre hay algo que te lo impida: primero la escuela, pero si esta te deja, entonces le encabrona a tus papas (y te quitan tus privilegios), entonces creces, ganas tu dinero y ya no necesitas tus antiguos privilegios, pero ahora en la chamba no te dejan, y cuando por fin eres jefe, ya no tienes cabello. Es una mamada. Yo me voy a hacer rastas algún día, no se cuando, peor seguro antes de los 30’s.
Sigo sin entender esa necesidad “social” de juzgar a los greñudos y a los tatuados, quiero pensar que mi generación es un poco más flexible en ese sentido, y en el futuro será normal ver a ejecutivos con la greña larga, que puedan lucir tatuajes sin ningún problema; donde las señoras que vayan a la iglesia cada domingo no crucen la calle para no toparse con un sujeto de estos.
Chale, ya me emputé, mejor ya me voy.
¡¡Ahhh sí!!, Calleja: mejor no leas este post, no se que me hace pensar que podrías no entenderlo.
En el transcurso de estas dos semanas y media de casi completa ausencia pasaron muchas cosas, muchas cosas que a ustedes no les interesan, así que no se las voy a contar, salvo una. ¿Por qué?, pues porque quiero.
Me corté la greña. Seguro tras leer las cuatro palabras anteriores muchos dirán: “¿y?”. Bueno. Seguro nunca quisieron tener el cabello largo.
Según recuerdo, desde que tengo 9 años tomé la decisión de en algún momento tener el pelo largo. No pretendía imitar a nadie, pues aunque era la moda en el grunge, yo ni siquiera sabía de la existencia de este género musical (que ahora es mi preferido). Y aunque ya en algún momento tuve el cabello largo, bastante largo; cada que este va creciendo, y ves que ya te llega a media nariz, luego a la punta, después a la barbilla, es una emoción parecida a la que sentías cuando eras un enano y decías: “mira mamá, crecí 2 cms”. Se que a mucha gente le parecerá estúpido, pero por ahí hay algunos lectores que me entenderán perfectamente, estoy seguro.
Así que cuando uno va a la peluquería, con la firme intención de darle mate a la greña, aunque sea por iniciativa propia, no puede evitar esa sensación de pérdida, como al despedirse de un amigo que sabes no verás en un buen tiempo, de estar sentado y querer salir corriendo. No importa que la gente diga que te ves mejor así (aquí con gente me refiero a viejas), tú no quieres verte mejor, quieres sentirte a gusto.
Mayor aún es la sensación al saber que, muy probablemente sea esa una de las últimas veces que te cortes la greña. Y es que es bastante irónico, mientras uno puede darse el lujo de tener una buena greña, siempre hay algo que te lo impida: primero la escuela, pero si esta te deja, entonces le encabrona a tus papas (y te quitan tus privilegios), entonces creces, ganas tu dinero y ya no necesitas tus antiguos privilegios, pero ahora en la chamba no te dejan, y cuando por fin eres jefe, ya no tienes cabello. Es una mamada. Yo me voy a hacer rastas algún día, no se cuando, peor seguro antes de los 30’s.
Sigo sin entender esa necesidad “social” de juzgar a los greñudos y a los tatuados, quiero pensar que mi generación es un poco más flexible en ese sentido, y en el futuro será normal ver a ejecutivos con la greña larga, que puedan lucir tatuajes sin ningún problema; donde las señoras que vayan a la iglesia cada domingo no crucen la calle para no toparse con un sujeto de estos.
Chale, ya me emputé, mejor ya me voy.
¡¡Ahhh sí!!, Calleja: mejor no leas este post, no se que me hace pensar que podrías no entenderlo.
11 comentarios:
y despues de estos dias de ausencia... todavia te la comes?
No, si "emputado" siempre has sido.
"Caro Salazar", en que esquina te prostituyes?
Rastas? jajaja.
No mames, no sabes lo estúpido que se ve esa notita a calleja al final del post diciéndole que no lo lea...........
se supone que empieza leyéndolo y cuando ya terminó ve que le dicen que mejor no lo lea.
Pos yo me estoy dejando la greña larga nomas de pura gueva...
Por cierto, pasa la receta para hacer las rastas, hasta ahora nadie me ha sabido decir como se hace el pelo de estropajo. (me da gueva buscar en google)
cortarse la mata es de putos, asi de facil.
Hasta donde se, las rastas se hacen; a)"enrollandote" el pelo (O no se como explicarlo, he visto como lo hacen), echandote cera o miel.
Oralee, tu sentido del humor me da asco.
Además de que claro, no puedes entender por qué es la nota, simplemente porque no nos conoces.
Uy qué mal, yo sé lo que es adorar tu cabello largo...
A mi me llegaba casi a la cintura, largo, lindo, lacio, hasta que ese maldito estilista se confundió entre "darle forma" y "emparejar"
Estúpido...
yo prefiero la greña larga...
sin ella es imposible rockear
pero bueno, nadie le quita lo pendejo a la gente... parece que ellos son los que tienen la greña larga
¿y qué? la cara de Furcio no se te quita...
por la greña no hay mucho pedo, yo ya me la he dejado crecer cerca de 3 veces... y ni madres de arrepentimiento siento cada vez que me la corto, recien me la deje crecer otra vez despues de casi 2 años ... y pst, esa madre crece en chinga pues.
a uste' que le valga madres el mundo.
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