Rebeldía vs Pendejismo

“El mundo está lleno de ignorantes.” – Mulder.

Ahhhhh, que chingona me salió esa frase, y eso que me la acabo de sacar de la manga. ¿Por qué me atrevo a afirmar eso? (que no excluye al autor –no, no al autor Deavid, sino al autor de la frase, osease yo merolas-), bueno, pues simple y sencillamente porque es cierto.

Me caga la gente pendeja. Me caga la gente que se escuda bajo cierta ideología que cree conocer y se agarra de ella para comportarse de la manera que más le conviene, deformando al antojo de sus huevos (u ovarios) todos los ideales que dice respetar.

Y ya siendo un poco más explícitos, me cagan los rebeldes. No, no los rebeldes esos que cantan, bueno, también esos güeyes, que no las viejas porque… bueno, las razones saltan a la vista. Me caen de la chingada todos los pendejitos que se sienten rebeldes y ya por eso creen que tienen derecho a cobijarse bajo la imagen del Che Guevara, a no estudiar porque “son bien rebeldes” (cuando la verdad es que son huevones), a emitir muy obtusas quejas e incluso llevar a cabo manifestaciones cuando lo único que quieren no es cambios (vamos, ni siquiera sabrían que cambiar) sino verse “muy rebeldes” (aquí se incluyen porros de la UNAM, huelguistas preparatorianos, admiradores ingenuos de Marcos, etc.).

¿Qué tiene de chingón decir: “soy bien pinche rebelde”?, a ver: yo, Mulder, soy bien pinche rebelde. No, nada. Definitivamente no me siento diferente, ni mejor ni peor, ¿entonces?.

Y no es que tenga algo en contra de los rebeldes, de los verdaderos rebeldes, pues siempre es necesario que exista alguien con ideas diferentes a las del resto. Como bien dice una frase que no recuerdo donde leí: “la gente normal es la que mantiene funcionando al sistema, pero los rebeldes son los que lo transforman”, es decir, se necesita de las dos partes para que la sociedad siga funcionando y no valga madres, pues a nadie le conviene que permanezcamos en estado estacionario, ni que el peso del trabajo diario se soporte en el aire.

Reitero, me caga la gente que solamente se agarren de la rebeldía para echar la hueva. El Che fue un cabrón muy estudioso, metódico, trabajador y sobre todo, que se sacrificó un chingo por lo que creía. Pero ninguno de esos pendejillos “rebeldoides” actuales está dispuesto a sudar una gota por lo que cree, porque simplemente no creen en nada. ¿Cuántas veces no hemos escuchado el grito de “anarquía” o visto el logotipo rayado en las paredes de algún lugar?, cuando el autor no tiene la más vaga idea de lo que significa, a lo mucho llega a saber que es algo contra el gobierno, y claro, como ellos “son rebeldes” y en la mayoría de las ocasiones están jodidos (seamos sinceros, la mayoría de la gente que se llama así viene de estratos bajos, pues los de los estratos altos se dedican a socializar y empedarse, hablando de carros y demás parafernalia), tienen que quejarse, siendo que los únicos culpables de su condición son ellos mismos al tirarse a la hueva bajo el escudo de la “rebeldía”. Ya quisiera ver a alguno de estos pendejetes en un verdadero estado de anarquía, cagándose en los pantalones mientras defienden su casa de olas de cabrones que tratan de penetrar en ellas para robarles sus pertenencias o cogerse a sus hermanas y/o madres.

La rebeldía es una cualidad, pero la verdadera rebeldía, no la que dicen profesar estos sujetos iletrados, que es tan falsa como ésta:

“…y soy rebelede, porque no sigo a los demás,
y soy rebelde, porque…”

Me caga la gente pendeja. He dicho.








Entiéndase por gente pendeja toda aquella que no es capaz de sustentar sus ideales en argumentos lógicos para entablar una buena discusión.